Esta noche eres mía.
Como del mar el agua,
como del cielo la luna.
Mía. Sin temer a la duda,
sin dudar… mía.
El cielo de luto va vestido
porque sufre celosía
de tenerte aquí conmigo,
aquí, enteramente mía,
entre abrazos y luz de velas,
como dos copas de vino
en una primera cita.
Cierra los ojos al mundo
y ábrelos para mí.
Porque hoy solo eres mía,
como el baile a la música,
como las horas al tiempo,
y la luz al sol.
Y mía, mía, mía…
mía eres y tuyo soy.