PUEDE, QUIZÁ, TAL VEZ

Al otro lado de un cristal,
con el cielo abierto
y la mirada perdida,
me pregunté en silencio
si el destino a veces sonríe
y si alguna vez lo hace a carcajadas.
Tal vez la luna a veces le desnude
en sus noches de plata,
cuando todos duermen
y las estrellas lloren
por esa historia de amor que muere
cuando los humanos pierden el norte.

 

Me pregunté si acaso aplauden
cuando se da el éxito del hombre,
si tal vez el sol brilla más fuerte
cuando el mundo alza sus canciones,
si el universo recoge sueños perdidos
y crea con ellos constelaciones.
Tal vez los agujeros negros
estén repletos de miedos no vencidos,
tal vez la luz en el espacio
viaja a la velocidad de la esperanza
en busca de momentos mejores…

 

Me pregunté qué lugar ocuparán
las almas etéreas cuando ascienden.
Su eterno secreto…
Quizá, estelas de cometas,
semillas de planeta,
recuerdos de astros…
Me pregunté si el universo
es un camino llano
donde los héroes pueden caminar,
y si alguna vez es conquistado,
¿será abanderando la paz?

 

Me pregunté…

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