A sus ojos confunden con luceros,
N i mares ni cielos le superan;
i mpresiona cerca y lejos su mirada y
t e hechizan con su magia sin saberlo.
A hermosos nadie sabe quién les gana,
p ero más azúl que ellos ya no hay nada.
I maginas primaveras y universos,
c uánto más profundo, más perfectos.
O h, ¡qué tiernos los ojos de esa muchacha!
Es un poema precioso, me encantó el detalle.
Muchisimas gracias!