Temblor es una novela de corte romántico que hacía muchos años que quería leer. Por casualidad, cayeron en mis manos dos capítulos iniciales del libro mucho tiempo atrás y me dejaron la intriga de seguir leyendo, cosa que no pude hacer hasta ahora (puede ser porque el nombre de la autora –Maggie Stiefvater– nunca acabara de recordarlo). Pero al final, el libro apareció en una estantería de El Corte Inglés y no dudé en comprarlo.
Temblor es la primera parte de una saga que nos habla del amor juvenil, con esa dosis de fantasía tan propia de la literatura actual donde no nos basta el amor entre humanos, sino que la mente nos pide introducir vampiros, brujas o en este caso lobos, para hacernos soñar con un amor diferente que a priori siempre parece imposible, pero que los buenos protagonistas siempre saben encajar. Véase que el amor es como un puzle y en las novelas románticas, tarde o temprano las piezas acaban encajando.
Así le ocurre a Grace y a Sam, los protagonistas de esta historia. Mercy Falls es una pequeña población atemorizada por la presencia de lobos que acosan a los habitantes. Grace fue víctima de un ataque de esas fieras durante su infancia, pero sobrevivió. Ahora, su mundo gira en torno a los lobos, especialmente alrededor de uno de ojos amarillos que le salvó de la manada y al que no puede olvidar.
Poco a poco, ella se adentrará en el camino del enamoramiento hasta darse cuenta de que está enamorada de una especie de hombre-lobo y surgirá una bonita relación de amor que le permitirá ir más allá del poblado, internarse en el bosque y descubrir los secretos que esconden el resto de lobos.
A priori, esta historia nos hace recordar una y otra vez al tan conocido romance de Crepúsculo, pero Maggie Stiefvater ha sabido distanciarse, crear un nuevo universo y una historia diferente orientada a un público adolescente donde predomina el amor y el suspense, aunque esta primera parte carece de acción. La historia tiene algunos altibajos en la tensión narrativa, ya que el encuentro amoroso entre la chica humana y el chico lobo se da con prontitud, y entonces la trama ya no gira tanto alrededor de ese posible amor, sino entorno al resto de personajes y el misterio que esconde el bosque.
En definitiva, una novela romántica con pequeñas dosis de fantasía que nos sitúa ante el primer amor juvenil y una historia de intriga por superar las adversidades que se interponen en él.
LO MEJOR: La estructuración de capítulos. El título de cada uno de ellos corresponde a una temperatura expresada en grados. Algo de vital importancia para entender mejor la trama y a uno de sus protagonistas.
LO PEOR: La actitud de Grace en ocasiones resulta un poco agria, haciendo perder romanticismo a la novela.
PUNTUACIÓN: 7